
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica convocaron al pueblo católico a la Gran Misión Nacional, bajo el lema: «Discípulos misioneros: portadores de Esperanza».
“Esta Gran Misión será una oportunidad para que cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, renueve su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, tome la decisión de dejarse encontrar por Él”, expresaron los obispos en un mensaje emitido a inicios del mes de octubre.
El envío para esta Gran Misión Nacional debía realizarse en cada una de las Catedrales de Costa Rica este domingo 24 de octubre, en el contexto del Domingo Mundial de las Misiones (Domund) y, culminará con el Domund del año 2023.
Correspondió al Pbro. Mario Echavarría Ureña, Vicario Episcopal para la Evangelización en la Diócesis de Ciudad Quesada, realizar este envío; pues Monseñor José Manuel Garita Herrera, nuestro obispo y presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, se encuentra en el Vaticano, con motivo de la entronización de la imagen de la Virgen de los Ángeles en los jardines vaticanos, este martes 26 de octubre.
Como bien lo señaló el Padre Mario, en la Catedral de Ciudad Quesada, este día marca la importancia de que como bautizados estamos llamados a ser discípulos misioneros.
Los obispos motivan y piden a todos los fieles que participen y se involucren de lleno en esta Gran Misión, a fin de renovar la vocación bautismal misionera y mostrar que somos una Iglesia en camino, activa y comprometida con la causa del Reino de Dios, en medio del mundo y de las circunstancias en que cada uno vive y actúa en la Iglesia y en la sociedad.

Precisamente, el Padre Mario Echavarría, en su homilía, nos animó a vivir como católicos, seguros de nuestra fe, dando razón de la esperanza que nos da Jesucristo, en todo ambiente y lugar en que nos corresponde estar.
Antes de la bendición final en la Misa de 11:00 a.m., el Vicario para la Evangelización realizó el envío en nombre del obispo, con el fin de que el Espíritu Santo “nos conduzca” a donde la Palabra de Dios sea más necesaria, “para ser buenos testigos del Evangelio” en nuestra vida cotidiana.