¡Dadles vosotros de comer!

“El Día Mundial de la Alimentación de 2023 cae en medio de una crisis alimentaria mundial, que está haciendo que el mundo retroceda en la lucha por acabar con el hambre y la malnutrición. 780 millones de personas en todo el mundo están padeciendo hambre; casi 50 millones de niños corren el riesgo de morir de emaciación grave (adelgazamiento morboso)”, decía António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, celebrado el pasado 16 de octubre.

Días antes, el Papa Francisco también había dirigido su mensaje con motivo del Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2023.

“La plaga de la pérdida y del desperdicio de alimentos es tan alarmante y funesta como la tragedia del hambre que tan cruelmente aflige a la humanidad. Cito estos dos dramas juntos porque los considero unidos por una única raíz de fondo: la cultura imperante que ha llevado a desnaturalizar el valor del alimento, reduciéndolo a mera mercancía de intercambio. A esto se añade la indiferencia general hacia las personas indigentes, tan palpable en la actual coyuntura, así como el escaso cuidado que se otorga a la creación, con las nocivas consecuencias que ello acarrea por doquier”, decía el Santo Padre el pasado 29 de setiembre.

Hoy más que nunca el llamado de Jesús: “¡Dadles vosotros de comer!” (Mc 6,37), debe resonar en nuestros corazones para atender esta necesidad inmediata que sabemos sufren muchos de nuestros hermanos muy cerca de donde vivimos. Pero, también debemos contribuir a una sociedad más justa, a la promoción integral que permita transformar la realidad que impide a muchos trabajar por sus propios alimentos.

Agradezco siempre la generosidad con la cual en la Diócesis de Ciudad Quesada cientos de familias son atendidas en todo el territorio de nuestra Iglesia particular, con diarios que les permite tener alimentos en sus mesas. Falta más desde luego, por lo cual hay que seguir haciendo esfuerzos por llevar ayudas efectivas a quienes lo requieren. Sabemos que, lamentablemente, muchas de las necesidades se multiplican y no podemos ser indiferentes.

A todo nivel es necesaria la organización entre distintas instituciones, sin caer en la burocracia, para atender a quienes tocan a nuestras puertas por alimento. Es importante también la generación de oportunidades para buscar condiciones cada vez más humanas para cientos o miles de hermanos nuestros que la pasan mal.

Cabe también el llamado para nuestras familias y para entidades y grandes empresas, a fin de evitar el desperdicio de alimentos y procurar mecanismos para hacerlos llegar a quienes pueden aprovecharlos. Es inaceptable botar la comida.

“Es necesario, además, reavivar en nosotros la conciencia de nuestra pertenencia común a la única familia humana universal. El que se acuesta con el estómago vacío es nuestro hermano. Compartir con él lo que tenemos es tanto un imperativo de justicia como de aquella solidaridad fraterna que brota de las relaciones familiares”, decía el Papa en su mensaje.

Quiera Dios que podamos tener los sentimientos y pensamientos de Jesús, para tender la mano de manera oportuna, efectiva y solidaria.

Fermento 291. Martes 24 de octubre, 2023