
Fiesta del apóstol Santiago,
XXVIII aniversario de la Diócesis de Ciudad Quesada,
Martes 25 de julio de 2023, Catedral de Ciudad Quesada, 6:00 p.m.
Celebramos y damos gracias a Dios por el XXVIII aniversario de la creación de nuestra Diócesis de Ciudad Quesada, erigida por San Juan Pablo II, celebración que hacemos en el contexto de la fiesta del apóstol Santiago. Santiago, llamado “el Mayor”, era hijo de Zebedeo y hermano de Juan, con el cual fue llamado a ser discípulo de Jesús. Su nombre aparece siempre entre los tres primeros apóstoles. Decidido y de carácter impetuoso, como su hermano, con él recibió el sobrenombre de “Boanerges” los hijos del trueno. Estuvo presente, con Pedro y Juan, en los momentos más importantes y significativos del ministerio de Jesús (diversos milagros y curaciones, la transfiguración, la agonía de Getsemaní). Superada la pretensión de los primeros lugares, según anuncio del mismo Jesús, le tocó beber del cáliz del Señor por medio del martirio, muriendo a espada. Fue el primer apóstol que derramó su sangre por Jesús.
Los textos, que hemos escuchado de la palabra de Dios, nos han hablado de la misión apostólica y del servicio como actitud distintiva del cristiano. En la primera lectura de 2 corintios, San Pablo subraya el contraste tan grande que hay entre la misión apostólica y los instrumentos que Dios ha escogido para llevarla a cabo. El llamado al apostolado es la oportunidad para dar testimonio en el mundo de todos los aspectos de la vida de Cristo. Paradójicamente, en la debilidad, la tribulación, la persecución y en el martirio, el cristiano anuncia el misterio de la muerte del Señor y anuncia también que, con su participación en el sufrimiento, el poder de Dios y la vida de Cristo actúan en él. Por esta precisa razón, se entiende que “llevamos un tesoro en vasijas de barro”. El tesoro del llamado, del Evangelio y de la gracia lo llevamos en medio de nuestra debilidad, sufrimiento y pruebas. La misión apostólica es fructuosa y eficaz, por gracia de Dios, en medio de la debilidad y la adversidad.
El evangelio de San Mateo nos ha contado sobre la petición de la madre de Santiago y Juan a Jesús para ocupar los primeros lugares en su Reino. El Señor aprovecha la ocasión para invitar a sus discípulos a buscar la verdadera grandeza, que no está en el dominar a los demás, sino en hacerse servidores de todos y en dar la vida por todos. De hecho, así seguirán los apóstoles a Jesús, empezando por Santiago: dando la vida y la sangre por el Señor. El servicio y el dar la vida, es la misma invitación que nos hace hoy el Señor aquí a quienes queremos ser sus discípulos y seguidores.
Al celebrar hoy el XXVIII aniversario de nuestra Iglesia Particular de Ciudad Quesada, podríamos decir que el Señor nos ha llamado -a todos los que pertenecemos a esta Diócesis- a llevar a cabo nuestro apostolado propio, que surge desde el bautismo, a través del servicio y el testimonio de dar la vida. Estamos llamados en la Diócesis al servicio y al testimonio, ante todo, de anunciar el Evangelio y de hacerlo creíble a través de nuestro propio estilo de vivir. Estamos llamados en la Diócesis al servicio y al testimonio de comprometernos de verdad con la Iglesia, viviendo en comunidad y en unidad la experiencia de la fe. Hay tantas necesidades y oportunidades para servir y dar testimonio en la comunidad diocesana y parroquial. Hoy el Señor nos invita a buscar y a descubrir dónde y en qué podemos servir y dar testimonio de nuestra fe en esta Iglesia diocesana a la cual nos ha llamado a formar parte.
Y no solo buscar y descubrir en qué podemos servir y dar testimonio, sino cómo lo estamos haciendo. Por supuesto que el ideal es hacerlo con generosidad, entrega, diligencia, compromiso, espíritu apostólico y misionero, buscando servir y dar testimonio en lo sencillo y en lo humilde. En las pequeñas cosas y en los detalles es donde se da de verdad la vida, se sirve y se da el testimonio que el Señor quiere.
Al pedir especialmente en esta Eucaristía por nuestra Diócesis de Ciudad Quesada, por todos los que la formamos y por todo lo que en ella hacemos, que el Señor nos fortalezca y alimente, con su cuerpo y con su sangre, para ser verdaderos apóstoles a través de la misión, el servicio y la entrega de la propia vida, para alabanza de Dios, bien de la Iglesia y crecimiento de nuestra Iglesia Particular de Ciudad Quesada. ¡Nuestra Señora de Guadalupe, Santiago apóstol, San Carlos Borromeo! Rueguen por nosotros, amén.