

Este sábado 26 de mayo se llevó a cabo la Ordenación Episcopal y Toma de Posesión de Monseñor Bartolomé Buigues Oller TC., como VII Obispo de Alajuela.
“Tus acciones Señor son mi alegría y mi júbilo las obras de tus manos. Qué magníficas son tus obras Señor, ¡qué profundos tus designios! Cuando contemplo la historia de mi vida veo patente la intervención de Dios que desde antes de nacer ya me había llamado, que me guía según sus designios amorosos y me pide una participación especial en su plan de salvación. No siempre he comprendido su actuación, pero Él me ha dado la gracia de permanecer atento y de estar disponible. Cuán profundos han sido sus designios al llamarme ahora al episcopado. En el ámbito de su gracia, como María, me abandono en sus manos y reboso de sentimientos de alegría y agradecimiento”, estas fueron las primeras palabras del nuevo Obispo, las cuales dirigió en la Catedral de Alajuela, donde se efectuó la celebración.
En su mensaje destacó: “Vengo a esta diócesis para caminar con ustedes y buscar el designio de Dios, favoreciendo su acción en medio de nosotros. Quiero escuchar, dialogar, tender la mano para crear comunión, apoyarnos en la vivencia de nuestra hermosa vocación cristiana. Para ponernos en camino de misión, como nos pide el Señor y la Iglesia, danto testimonio de nuestra fe y anunciando la salvación que el Padre nos ofrece en Cristo. En definitiva, para estimularnos a ser santos, como nos ha recordado hace poco el Papa Francisco”.
Mientras tanto, la homilía estuvo a cargo de Monseñor Ángel SanCasimiro, Obispo Consagrante, y quien ahora es Obispo Emérito de Alajuela. En su mensaje, Monseñor Ángel le expresó: “Ante todo, Bartolomé recuerda siempre, aunque sé lo tienes bien asumido, que nuestro ministerio no es un privilegio u honor. Es esencialmente un servicio acuñado en el mandamiento de Jesús: “El más grande entre ustedes se vuelva como el más pequeño, quien gobierna como el que sirve” (Mc 10, 43-44). ¡Qué bonita frase, qué fácil decirlo!, ¡pero qué difícil tarea! Somos humanos y abiertos como tales a las tentaciones humanas; por eso es que el Obispo necesita, no sólo ser un hombre de profunda intimidad con el Señor, sino también ser asistido por ustedes, querido pueblo de Dios, por ello, no se olviden nunca de rogar por él y por todos nosotros”.
Desde nuestra Diócesis de Ciudad Quesada, nos unimos en oración por el nuevo Obispo de Alajuela, que viene también a integrarse a la Conferencia Episcopal de Costa Rica, signo de comunión en la Iglesia costarricense.