Portadores de Esperanza

El Domund, Jornada Mundial de las Misiones, es el día en que, de modo especial, la Iglesia ora en todo el mundo por los misioneros y ayuda con la tarea de las misiones. Esta celebración se lleva a cabo el penúltimo domingo de octubre, mes que es considerado como el “mes de las misiones”.

Con nuestra oración, pero también con nuestra contribución material, hacemos posible que la misión de la Iglesia se desarrolle y llegue a todos los sitios, especialmente aquellos con mayor necesidad. Es buen momento para que iniciando el mes de octubre podamos reflexionar y tomar conciencia de la importancia de ser verdaderos testigos del Evangelio como misioneros.

El Papa Francisco nos recuerda, con motivo de esta Jornada, que se cumplen 200 años de esta obra que busca propagar la fe en todo el mundo.

“El mismo Espíritu que guía la Iglesia universal, inspira también a hombres y mujeres sencillos para misiones extraordinarias. Y fue así como una joven francesa, Paulina Jaricot, fundó hace exactamente 200 años la Obra de la Propagación de la Fe; su beatificación se celebra en este año jubilar (…). De esta genial idea nació la Jornada Mundial de las Misiones que celebramos cada año, y cuya colecta en todas las comunidades está destinada al fondo universal con el cual el Papa sostiene la actividad misionera”, expresó el Santo Padre en su mensaje.

Cada uno de nosotros, inspirado por el Espíritu Santo, puede ser también parte de esta obra misionera de la Iglesia.

En Costa Rica, precisamente, los obispos hemos invitado desde el año 2021 a una Gran Misión Nacional bajo el lema: “Discípulos misioneros: portadores de Esperanza”, la cual pretende ser una oportunidad para que cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, renueve el encuentro personal con Jesucristo o, al menos, tome la decisión de dejarse encontrar por Él.

Esta vivencia de la Gran Misión Nacional culminará en 2023, pero ahí no termina nuestra responsabilidad cristiana de seguir anunciando el Evangelio. Por el contrario, con más fuerzas debemos ser testigos valientes de Cristo en medio de un mundo que muchas veces nos quiere alejar de él.

Lograr que todos, a través del anuncio, conozcan a Cristo es el mandato del Señor; pero no podemos olvidar que nuestro testimonio de vida cristiana es fundamental e indispensable. Con un testimonio valiente, coherente y decidido haremos creíble y cercana la propuesta de Jesús.

En este sentido, “La Iglesia de Cristo era, es y será siempre ‘en salida’ hacia nuevos horizontes geográficos, sociales y existenciales, hacia lugares y situaciones humanas ‘límites’, para dar testimonio de Cristo y de su amor a todos los hombres y las mujeres de cada pueblo, cultura y condición social”, nos expresa el Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones de este año.

Pidamos al Espíritu Santo la gracia y la fuerza para ser creativos en el anuncio del Evangelio, que la misión nos pueda llevar a toda parte y lugar y a toda persona que necesite conocer a Cristo.

Fermento 236. Martes 4 de octubre, 2022