
El mes de julio se propone como un mes para la juventud, el cual nos invita a reflexionar, hacer oración y desde luego a promover a nuestros jóvenes, de quienes, muchas veces, ha dicho el Papa Francisco son el presente de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad.
Cercanos también a la Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, el Santo Padre, ha querido que no haya división entre unos y otros, por el contrario, señala un vínculo. En su mensaje para esta Jornada decía: “la amistad con una persona anciana ayuda al joven a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de sus capacidades”.
En otras oportunidades he hablado de la necesidad de un desarrollo integral, de educación y trabajo para la juventud; de políticas necesarias que cumplan con sus expectativas y de una apertura de los adultos para que podamos dar espacio a los jóvenes.
En esta ocasión, quiero proponer algunos retos para nuestros jóvenes, seguro de sus capacidades y talentos, y a quienes me dirigí en la celebración de la Diócesis de Ciudad Quesada, Día Joven con Jesús, el pasado 4 de junio.
Primeramente, quiero decirles jóvenes que ustedes son valiosos, que su dignidad les ha venido de nuestro Señor Jesucristo y que, por tanto, sus vidas están hechas para trascender más allá de este mundo.
Segundo, les recuerdo los tres retos que propuse en el Día Joven con Jesús: acoger, sacrificarse y animar.
Acojan a Dios en sus vidas y acojan también a otros jóvenes, dejando de lado prejuicios. Asimismo, sacrifíquense por los altos ideales, una vida sin entrega a los demás se vuelve gris y aburrida; a ejemplo de Cristo, entréguense por los demás.
Finalmente, con los dones, carismas y talentos que Dios les dio, sean animadores, pongan toda el alma, la fuerza y el vigor juvenil en favor de la Iglesia y de la sociedad. Que sus vidas sean manifestación del verdadero amor cristiano que tanto necesitamos en nuestra sociedad.
Recientemente, Costa Rica celebró un nuevo Día Nacional de la Juventud, en el cual también se da la oportunidad de conocer a otros jóvenes de muchas partes del país. Esta vivencia de encuentro con el Señor siempre es importante para que comprendan la importancia de caminar juntos y de seguir a aquel que ha dado su vida por todos nosotros.
También, el mundo se prepara para vivir la Jornada Mundial de la Juventud: sea esta una oportunidad para que la sociedad encuentre jóvenes comprometidos, seguidores y testigos de Jesús.
Que todas estas oportunidades de reflexión y encuentro, de vivencias fuertes en el Señor, permitan transformar desde la juventud el rostro de nuestra sociedad, que ustedes jóvenes sean capaces de transmitir la luz y la verdad que nos viene de Dios, que ustedes puedan demostrar que vale la pena vivir por lo único que es trascendental y definitivo: la eternidad que nos espera.
Fermento 277. Martes 18 de julio, 2023