
“Ante nuevas necesidades tienen que venir nuevas respuestas”. De esta forma Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada, explica las decisiones anunciadas el día de hoy viernes 13 de abril, entre las cuales asumirá como párroco de la Catedral de Ciudad Quesada.
“En razón de las situaciones de urgencia pastoral de la Diócesis y, particularmente, por la necesidad de sacerdotes, a causa de problemas de salud de algunos de ellos, me veo en la obligación de hacer las siguientes provisiones por el bien pastoral de nuestra Iglesia Particular de Ciudad Quesada”, expresa el comunicado de Monseñor.
De esta forma la Parroquia San Carlos Borromeo, Catedral, tendrá al propio Monseñor Garita como cura párroco. Además, se confirma al Pbro. José Pablo Chaves Sánchez como vicario parroquial, y además se nombra también como vicario al Pbro. Geison Gerardo Ortiz Marín.
Por su lado, el Pbro. Luis Diego Barrantes Murillo, asumirá como párroco en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria en Venecia.
Como vicarios parroquiales fueron nombrados, el Pbro. Carlos Alberto Muñoz Muñoz en la Parroquia San José de Aguas Zarcas y el Pbro. Greivin Chaverri Jenkins, en la Parroquia San Rafael Arcángel de Guatuso.
Asimismo, el Pbro. José Pablo Chaves Sánchez es nombrado como nuevo canciller de la Curia Diocesana. Estos nombramientos surten efecto a partir del primero de mayo próximo.
Sobre la misión que asume nuestro Obispo como cura párroco, Monseñor explicó en un decreto esta situación que es fundamentada jurídicamente y justificada pastoralmente.
“Con base y de conformidad con los cánones 375 § 1, 381 § 1, y 523 del Código de Derecho Canónico, asumo el oficio de Párroco (cfr. canon 519) de la Parroquia San Carlos Borromeo, Catedral de Ciudad Quesada; acompañado y con el apoyo pastoral de los señores vicarios parroquiales Pbro. José Pablo Chaves Sánchez y Pbro. Geison Gerardo Ortiz Marín”, dice el escrito.
Estos cánones afirman que “los Obispos, que por institución divina son los sucesores de los Apóstoles, en virtud del Espíritu Santo que se les ha dado, son constituidos como Pastores en la Iglesia para que también ellos sean maestros de la doctrina, sacerdotes del culto sagrado y ministros para el gobierno” ( 375 § 1).
“Al Obispo diocesano compete en la diócesis que se le ha confiado toda la potestad ordinaria, propia e inmediata que se requiere para el ejercicio de su función pastoral, exceptuadas aquellas causas que por el derecho o por decreto del Sumo Pontífice se reserven a la autoridad suprema o a otra autoridad eclesiástica” ( 381 § 1).
“Quedando a salvo lo prescrito en el ⇒ c. 682 § 1 (Cuando se trate de conferir en una diócesis un oficio eclesiástico a un religioso, éste es nombrado por el Obispo diocesano, previa presentación o al menos asentimiento del Superior competente) , la provisión del oficio de párroco compete al Obispo diocesano, mediante libre colación, a no ser que alguien goce del derecho de presentación o de elección” (523). En otras palabras, ante esta urgencia que mencionó el Obispo, es propio de él su oficio como Párroco.
En medio de la necesidad de seguir orando por las vocaciones, Monseñor Garita expresó: “no tengo con qué pagarle a Dios la disponibilidad y la obediencia de los sacerdotes”. Monseñor se mostró agradecido por el apoyo en llevar adelante el pastoreo de la Diócesis de Ciudad Quesada.
¡Nosotros los fieles, sigamos orando y cuidando por nuestros pastores!