¡Cuidándonos, seguimos evangelizando!

Transcurren los primeros días del año y la consigna que debe hacernos caminar con ilusión es cuidarnos unos a otros. El mundo sigue su lucha contra la pandemia provocada por el COVID-19; es responsabilidad de cada uno poner un grano de arena para construir un camino de fraternidad.

Precisamente, el Papa Francisco nos ofrecía en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz un título que encierra esta premisa: “La cultura del cuidado como camino de paz”. Decía en su mensaje: “nuestros planes y esfuerzos siempre deben tener en cuenta sus efectos sobre toda la familia humana, sopesando las consecuencias para el momento presente y para las generaciones futuras”.

Al iniciar el año, el llamado que se nos hace desde la Santa Sede es a contribuir en el fortalecimiento del bien común: “la solidaridad expresa concretamente el amor por el otro, no como un sentimiento vago, sino como determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”.

El llamado es para todos los fieles católicos, creyentes en general y personas de buena voluntad a que nos respetemos y tengamos presente el don sagrado de la vida. Lo hemos dicho muchas veces, ¡toda vida cuenta! Pongamos un freno a la cultura del descarte.

La pandemia ha expuesto la fragilidad humana y nos debe hacer tomar conciencia de la importancia de estar unidos para afrontar las consecuencias que nos ha dejado esta enfermedad.

Hay una serie de retos que el mundo tiene. Se movilizan las naciones para hacer llegar la vacuna a todas las personas, empezando por las más vulnerables.

Si echamos un vistazo a Costa Rica, cada vez se hace más urgente la toma de decisiones para reactivar la economía, sacar de la pobreza a más de un millón de personas, y buscar los mecanismos para que más de medio millón de personas accedan a empleo digno. Es urgente fortalecer la justicia y paz social de nuestro país.

Otros retos tienen que ver con la educación, la construcción de vivienda digna a un sector importante de la población, y la conjunción de ideas y políticas que hagan prosperar a nuestra nación sin mezquindades.

La cultura del cuidado como camino de paz, que nos propone el Papa, debe ser asumida por todos, con verdadero sentido de solidaridad. Debemos respetarnos y caminar juntos.

Para nuestro peregrinar pastoral en este 2021, en la diócesis de Ciudad Quesada hemos lanzado el lema “Cuidándonos, seguimos evangelizando” como propuesta para seguir haciendo presente la Buena Noticia y continuar con alegría la misión que el Señor nos ha dejado.

Sólo juntos podemos afrontar esta pandemia y las secuelas que nos ha ido dejando.  Unidos y luchando por el bien común podemos dar testimonio cristiano. Fortalezcamos en este año a la sociedad costarricense contribuyendo al clima de paz necesario, para estrechar relaciones entre todos y procurar el bienestar integral de cada habitante de nuestra patria. Dios nos conceda la luz y la sabiduría para ello.

Fermento 146. Martes 12 de enero, 2021