
Dado el aumento de casos positivos de COVID-19 en la Zona Norte, me acerco a
ustedes para animarles y hacerles presente un mensaje de esperanza en el Señor
Jesucristo.
Mi cercanía, como Pastor de la Diócesis de Ciudad Quesada, con aquellas personas
que se han visto afectadas directamente por la enfermedad, por sus familiares,
amigos y demás seres queridos. Del mismo modo, mi cercanía con quienes se han
visto afectados por otros factores relacionados con esta crisis, como la falta de
empleo, la falta de comida y un sin número de situaciones que solo Dios conoce.
Desde la Iglesia diocesana hemos tratado de seguir llevando nuestra ayuda
solidaria y humanitaria a los que menos tienen. Mi agradecimiento para tantos fieles
y personas de buena voluntad, empresas y comercio local, que se han solidarizado
para que continúe la acción de Pastoral Social en las distintas Parroquias, a lo largo
y ancho del territorio diocesano.
Mi llamado a todos los sectores para que mantengamos la calma, para que nos
unamos en función de alcanzar el bienestar de todos. Como decía el Papa Francisco
“nadie se salva solo”, en su mensaje que conmovió al mundo entero el 27 de marzo
pasado.
“Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos,
descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean
uno» (Jn 17,21)”, decía el Santo Padre.
Es momento de que seamos uno, que nos sigamos cuidando, que seamos
responsables y que no perdamos la calma.
Cuando en la Iglesia nos preparamos para la apertura gradual de los templos,
debemos también ser obedientes y muy fieles a las normas sanitarias para bienestar
de todos. Debemos estar atentos y ser responsables unos de otros.
Como Iglesia animo a los feligreses y en general a todos los habitantes de la zona,
a que no descuidemos las normas que se nos pide vigilar y cumplir ¡No bajemos la
guardia!
Mi oración como pastor diocesano por todos, para que Dios, en su infinita
misericordia, nos proteja. Pidamos la intercesión de nuestro Santo Patrono, San
Carlos Borromeo y de nuestra Madre, copatrona de la Diócesis, la Virgen de
Guadalupe.
Viernes 12 de junio, 2020