

Un llamado a orar por nuestro sacerdotes en medio de los momentos de enfermedad que también viven en sus vidas. Ese es el llamado y la misión que todos tenemos en nuestra Iglesia y en particular en nuestra Iglesia diocesana.
Monseñor José Manuel Garita, nuestro Obispo, se encargó de informar la lamentable noticia de la confirmación de que el Padre Rafael Ángel Esquivel, tiene un cáncer gástrico. Es una situación difícil, que ponemos en manos de Dios.
“La situación es delicada, he estado hablando con él, he estado cerca de él, y en virtud de la situación desde luego se le ha relevado de la responsabilidad como Vicario en la Parroquia San José de Aguas Zarcas”, comentó Monseñor Garita.
El sacerdote decidió en coordinación con Monseñor y con el cura párroco de la comunidad Juan Miguel Castro, retirarse a la casa, para continuar con el tratamiento en medio de sus familiares en Aguas Zarcas. Tendrá desde luego todo el apoyo de la Diócesis en todo lo que requiera.
“Es un momento duro, el Padre Rafael en medio de toda esta circunstancia se ha mostrado tranquilo”, dijo nuestro Pastor, quien en la Solemnidad de San José, la cual celebró en Aguas Zarcas, aprovechó para poner esta intención particular en la Eucaristía, y a la vez pidió por todos sus sacerdotes.
Al mismo tiempo, en un mensaje dirigido al clero diocesano, Monseñor Garita les pidió lo siguiente: “Padres, debemos cuidarnos en la salud, es el primer tesoro, la primera necesidad para servir en nuestro ministerio. Oremos mucho, mucho, mucho”.
