“Creemos en la excelencia académica, pero las coordenadas esenciales son los valores del Evangelio”

Inicio construcción nueva sede Grupo Educativo Católico, Ciudad Quesada

Viernes 11 de marzo, 2022

“Cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora”.

De esta manera, el Papa Francisco, el 12 de setiembre de 2019, emitía un mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo. Hoy más que nunca, nuestra sociedad requiere de un nuevo pacto que permita a la educación un nuevo horizonte, con oportunidades para nuestros niños y jóvenes, que son el futuro de la sociedad.

Al anunciar hoy las obras de construcción de una nueva sede del Grupo Educativo Católico, debemos resaltar el aporte y la convicción de la Iglesia Católica en la educación como herramienta que genera desarrollo integral en la sociedad.

Para la Región Huetar Norte y para nuestra Diócesis de Ciudad Quesada, éste es un proyecto educativo católico integral, de lo que significa la hermosura y gratificación de que un niño, en edad preescolar, sea entregado a la compañía educativa de la Iglesia y que, la Iglesia, el día de mañana, lo entregue a la sociedad como un profesional que pueda aportar distintas competencias con valores humanos y cristianos que la misma Iglesia propone.

Seremos, además, la única diócesis del país que tendrá un proyecto educativo de esta magnitud, de manera completa, es decir, desde preescolar hasta la educación superior.

En medio de la emergencia educativa que vive el país, este proyecto es un paso firme en la búsqueda de verdaderas soluciones; al mismo tiempo, es una gran esperanza para nuevas generaciones, a fin de que cuenten con las herramientas e instalaciones necesarias para su mejor formación.

Desde el ámbito católico, creemos que tanto la formación académica y la formación en valores van de la mano, y estamos seguros de que esto permitirá la conformación de una sociedad con mejores personas y mejores profesionales, de acuerdo con la enseñanza del Evangelio.

Creemos en la excelencia académica, pero las coordenadas esenciales son los valores del Evangelio, es decir, la persona y la enseñanza de Jesucristo; esta es nuestra identidad en el proyecto educativo de la Iglesia.

Lo más importante son los valores, el Evangelio, la enseñanza de la Iglesia, los valores humanos y cristianos, esto es un eje transversal que no debe faltar en el campo educativo.

De frente a lo que significará e impactará este proyecto, habrá más oportunidades de empleo y se perfilará mejor el ideal de la Zona Norte como un territorio de desarrollo, que es de vital importancia para el país. Necesitamos llevar el mensaje, con palabras y con hechos, de que la persona humana debe estar en el centro del desarrollo, y eso lo hacemos con esta obra educativa que vendrá a beneficiar a nuestras generaciones futuras.

En la misión que lleva adelante la Iglesia, compartimos la riqueza y la verdad del Evangelio, por ello, pedimos que confíen en nosotros una vez más. Sabemos que en nuestra zona es indiscutible la confianza de católicos y no católicos en la educación que brinda la Iglesia.

Desde esta perspectiva, la Iglesia que es Madre y Maestra, tiene una larga trayectoria en el ámbito educativo, con excelencia académica y en procura de una formación integral de nuestra sociedad. Ese es el camino y el mensaje para que apoyemos esta obra y nos sintamos parte de ella.

El inicio de estas obras es el cumplimiento de un sueño de muchos años. Es la respuesta a la comunidad católica de nuestra diócesis y a la comunidad en general de la zona. Este es un proyecto enorme constructiva y educativamente hablando.

Agradecemos las ayudas eclesiales internacionales que han permitido esta obra: la Fundación Papal, la Conferencia Episcopal Italiana, la Conferencia Episcopal Española.

Desde la Conferencia Episcopal de Costa Rica, el aporte, el trabajo arduo y dedicado están presentes en esta obra que empieza a visibilizarse, pero que tiene, como he dicho, muchos años de estarse labrando. A su Rector, Dr. Fernando Sánchez Campos, y en él, a todo el personal de la Universidad Católica mi reconocimiento y gratitud por el indiscutible compromiso para forjar este sueño y hacerlo ya casi una realidad.

Desde la Iglesia Católica, seguimos creyendo en la educación integral de calidad; creemos en nuestros niños y jóvenes y confiamos en tantos profesionales que desde la educación aportan a las nuevas generaciones.

Ponemos en manos de Dios el inicio de la construcción, para que sea pronto la casa de enseñanza académica y de valores de nuestra diócesis y de nuestra zona.

El Señor bendiga, acompañe y haga prósperas las obras de nuestras manos.

Muchas gracias.