
El pasado 20 de junio fue presentado el Instrumentum Laboris o documento de trabajo para la primera sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, que se efectuará en octubre próximo.
Luego de un arduo proceso de escucha en la Iglesia, en todo el mundo, el documento ofrece algunas pautas que sirven para encontrarse con el deseo de una Iglesia de puertas abiertas, más semejante a Cristo, y en una auténtica comunión que nace precisamente del encuentro con el Señor.
Como lo señala el instrumento, en su número 7 del prólogo: “La primera fase ha renovado nuestra conciencia de que llegar a ser una Iglesia cada vez más sinodal manifiesta nuestra identidad y vocación: caminar juntos, es decir, hacer sínodo, es el modo para llegar a ser verdaderamente discípulos y amigos de aquel Maestro y Señor que dijo de sí mismo ‘Yo soy el camino’ (Jn 14, 6)”.
Con esta verdadera conciencia, de que caminamos en el Señor, podremos tener la certeza de que este proceso, convocado por el Papa Francisco, nos ayudará a buscar la conversión, pues como se ha reconocido en el proceso de escucha, una Iglesia sinodal es aquella que se muestra humilde, atenta al encuentro y al diálogo, diríamos también, capaz de tocar las heridas de las personas, para compartir el amor de Dios.
“La sinodalidad es un camino privilegiado de conversión, porque reconstituye a la Iglesia en la unidad: cura sus heridas y reconcilia su memoria, acoge las diferencias de las que es portadora y la redime de divisiones infecundas, permitiéndole así encarnar más plenamente su vocación de ser ‘en Cristo, como sacramento, es decir, signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano’ (LG 1)”, señala el numeral 28 del Instrumentum Laboris.
Se nos reta en cada momento de la historia a mostrar una Iglesia evangelizadora, unida a Cristo como cabeza y piedra angular suya; se nos llama a responder y actuar en cada circunstancia, sin perder el norte que el mismo Señor nos dejó al ascender al cielo y con la convicción de que siempre estará con nosotros (cfr. Mateo 28, 20).
Solo con esa consciencia todo este proceso tiene sentido, pues se nos llama en el presente a construir el Reino de Dios, sabiendo, como lo señala el instrumento, que “el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo”.
Ya hemos hablado que la comunión, misión y participación son los temas prioritarios en esta Iglesia sinodal, pero, en el Instrumentum Laboris cobra trascendencia también la expresión “caminar juntos”, la cual se repite en casi treinta ocasiones y que significa caminar juntos en la escucha, caminar juntos como Pueblo de Dios, caminar juntos en la construcción del bien común, sin dejar a nadie atrás…
Sigamos caminando juntos, confiando en que el Espíritu Santo está con nosotros, y caminemos juntos en la oración, pues de otra forma, el trabajo por sí solo no tendría frutos si no nos confiamos a Dios. Oremos por quienes participarán de manera activa en esta asamblea sinodal.
Como Iglesia, hago especialmente un llamado a los bautizados, para que caminemos juntos, para seguir anunciando el Evangelio y proponiendo el anuncio de la Buena Noticia de la salvación que se nos ha dado para compartir con toda la humanidad, cumplir la voluntad de Dios en este mundo y en la Iglesia, y encaminarnos a nuestra meta final en el cielo.
Fermento 275. Martes 4 de julio, 2023