Jesús, ¡proyecto de vida!

El mes de julio, la Iglesia lo dedica a los jóvenes de manera especial; de ahí que es importante que podamos reflexionar y atender en la Iglesia y en la sociedad las necesidades que surgen en ellos, que podamos responder a sus inquietudes y que podamos promover oportunidades para su verdadero crecimiento.

Por citar algunas dificultades, en Costa Rica, el Informe Estado de la Nación 2021 decía que los jóvenes se encuentran históricamente entre los grupos más vulnerables y fueron especialmente golpeados por los efectos de la pandemia provocada por el COVID-19 en el periodo de estudio (2020 y primer semestre 2021).

El mismo Informe nos volvió a recordar las desigualdades entre educación pública y educación privada y, específicamente, en términos laborales, apuntó que entre “la población más afectada” estuvieron los jóvenes, junto con las mujeres, personas de bajo nivel educativo y las personas ocupadas en oficios de servicios personales (turismo y cuidado personal), ventas o de apoyo administrativo.

En medio de muchas opciones que el mundo ofrece a nuestra juventud de hoy, tenemos que entender que los jóvenes son el presente de nuestra sociedad y, a la vez, el cimiento para el futuro. Por ese motivo, un sólido proyecto de vida ofrecerá a nuestros jóvenes la oportunidad de surgir, pero al mismo tiempo nos da la esperanza de una mejor sociedad.

Al estar aún viviendo las secuelas de la pandemia, el Papa Francisco proponía en su mensaje de la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud, que se viviría a nivel diocesano en la Solemnidad de Cristo Rey, en 2021, que, para recomenzar una nueva historia de la humanidad, no se puede hacer sin los jóvenes.

“Para volver a levantarse, el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes”, señaló el Santo Padre.

Desde la Iglesia, el mensaje que brindamos a ustedes jóvenes es a seguir a Jesucristo, como verdad y vida, comprender que lo que vivimos en este mundo es pasajero y que nos espera la eternidad; les invitamos a poner la confianza en el Señor pues es la esperanza que no defrauda (Romanos 5, 5). El joven beato, Carlo Acutis decía: “Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida”.

Sabemos que los jóvenes quieren de la Iglesia y sus pastores un testimonio de vida coherente; en ese sentido mucho tenemos que caminar con los jóvenes para construir una vida de fe en la que todos se puedan sentir parte de ella. Para conseguirlo, tenemos que trabajar todos juntos, como nos lo dice el Papa Francisco, en ese mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud 2021.

“No se puede conocer a Jesús si no se conoce a la Iglesia. No se puede conocer a Jesús si no por medio de los hermanos y las hermanas de su comunidad. No nos podemos llamar plenamente cristianos si no vivimos la dimensión eclesial de la fe”, decía el Papa.

Exhorto a los jóvenes a que puedan decidirse por Jesús, a que puedan acercarse a sus parroquias, que puedan dar un paso seguro y confiado para caminar en este proyecto de vida del Hijo de Dios.

Oramos también para que el Señor pueda iluminarles. Abramos caminos para los jóvenes, y ojalá en la sociedad surjan oportunidades para su desarrollo y crecimiento integral.

Fermento 223. Martes 5 de julio, 2022