
Para este año está programada, del 1 al 6 de agosto, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a celebrarse en Lisboa, Portugal, siendo ese un momento de encuentro con el Señor para tantos millones de jóvenes venidos de todas partes del mundo, para manifestar su fe y esperanza en medio de un mundo que pretende arrebatar la alegría del encuentro con Dios.
Pidamos al Señor, desde ya, que la próxima JMJ permita una reunión llena de testimonios confiados a la voluntad del Altísimo, un intercambio de culturas y por qué no el florecimiento de muchísimas vocaciones a la vida consagrada, sacerdotal y matrimonial.
La Iglesia y desde luego el mundo deben volver la mirada a la familia, mostrar esta célula fundamental de la sociedad como opción de vida para que los jóvenes se animen a conformarla. La Iglesia también debe seguir ofreciendo la opción a la juventud para que puedan discernir una posible vida consagrada al Señor.
Aprovecho también este mensaje, a pocos días de que decenas de jóvenes costarricenses retomen su formación en el Seminario Nacional y, algunos otros inicien esta experiencia de discernimiento sacerdotal, para elevar una oración a fin de que puedan germinar y fortalecerse esos sentimientos y pensamientos de tantos que optan por esta vida de entrega a Dios y a la Iglesia.
Volviendo a la JMJ, encuentro en el cual el Papa se reúne con los jóvenes, pongamos nuestra confianza en que el Señor hará su voluntad y permitirá que la experiencia de tantos hombres y mujeres pueda abrirse a entregar sus vidas por los demás.
“Experimentar la presencia de Cristo resucitado en la propia vida, encontrarlo ‘vivo’, es la mayor alegría espiritual, una explosión de luz que no puede dejar a nadie ‘quieto’. Nos pone en movimiento inmediatamente y nos impulsa a llevar esta noticia a otros, a dar testimonio de la alegría de este encuentro”, decía el Papa Francisco en su mensaje para la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud 2022-2023.
Qué mejor manera que sea la juventud la que experimentando la alegría del encuentro con Cristo la que difunda por todo el mundo la Buena Noticia de la salvación. Efectivamente, nadie que se encuentre con el Señor puede permanecer indiferente.
Tras la pandemia provocada por el COVID-19, oremos para que esta Jornada Mundial de la Juventud pueda volver a celebrarse permitiendo el encuentro de tantos jóvenes con el Papa y en el que el centro sea Jesucristo, revitalizando la fe de todos los pueblos.
Recordemos que, en Costa Rica, se celebrará el Día Nacional de la Juventud en este año y también desde las diócesis y parroquias animo a que podamos prepararnos para estos momentos que nos llenan de regocijo por lo que provoca el encontrarse con Jesucristo.
“Que el Espíritu Santo encienda en sus corazones el deseo de levantarse y la alegría de caminar todos juntos, en estilo sinodal, abandonando las falsas fronteras. ¡El momento de levantarse es ahora! ¡Levantémonos sin demora!”, decía el Santo Padre en su mensaje, convocando a la JMJ. Unámonos a su deseo y permitamos que esta presencia del Espíritu Santo pueda renovarnos a todos en la fe y la esperanza, especialmente a los más jóvenes.
Fermento 253. Martes 31 de enero, 2023