La maternidad: vocación abierta a la vida

Celebramos el 15 de agosto la Solemnidad de la Asunción de María, dogma proclamado por el Papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950, y que se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Para nosotros cristianos cobra especial relevancia esta celebración, ya que nos anticipa a nuestra propia resurrección, pues María, una de nuestra raza, goza de la salvación eterna que ha sido ofrecida a nosotros.

La fecha o celebración no puede quedar en el calendario; debe servirnos para nuestra propia conversión, para motivarnos a vivir fielmente los designios del Señor, como lo hizo la Virgen.

“Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos”, decía San Juan Pablo II en Audiencia General, el 9 de julio de 1997.

Incluso afirmaba “en la Asunción de la Virgen podemos ver también la voluntad divina de promover a la mujer”.

A propósito, una palabra alrededor de este 15 de agosto que, en Costa Rica, se rinde tributo a las madres. Primero, mi bendición para todas quienes han tenido el don maravilloso de la maternidad.

Por otro lado, es muy importante reconocer en la maternidad la vocación a acoger una nueva vida y protegerla, así como a cooperar en su desarrollo y crecimiento. Dios les ilumine y les guíe para que puedan cumplir con esta preciosa misión.

En tiempos en que se nos llama en algunos sectores de la sociedad a descartar la vida, la maternidad es firme esperanza para la humanidad.

El Papa Francisco, en su Audiencia General, del 5 de enero de 2022, también hacía un llamado a una maternidad y paternidad responsables, e incluso, a una decisión de acoger la apertura a la vida por medio de la adopción, la cual puede ayudar a tantas personas que no pueden engendrar.

“Pienso de modo particular en todos aquellos que se abren a acoger la vida a través de la vía de la adopción, que es una actitud muy generosa y hermosa. José nos muestra que este tipo de vínculo no es secundario, no es una alternativa. Este tipo de elección está entre las formas más altas de amor y de paternidad y maternidad”, decía el Santo Padre.

Pidamos al Señor que nuestra sociedad se abra a la vida, que rechace la promoción del aborto y la eutanasia. Que la celebración del Día de la Madre nos permita generar conciencia y abrir caminos de esperanza para el futuro.

Que la Asunción de la Virgen María nos ayude también a meditar sobre nuestra condición de hijos de Dios, con la mirada puesta en la vida eterna, y que desde ya trabajemos para gozar un día de la gloria celestial como María.

Fermento 281. Martes 15 de agosto, 2023