Obispos de Ciudad Quesada y Alajuela respaldan estrategia para atender a los hermanos de Nicaragua

El pasado viernes 13 de julio, respondiendo a una solicitud de la Comisión Nacional de Movilidad Humana de la Pastoral Social Caritas de Costa Rica, se realizó un encuentro en la Oficina de Pastoral Social en San Martín de Ciudad Quesada, con el fin de formalizar la atención a los hermanos de Nicaragua que llegan a nuestras distintas comunidades parroquiales en busca de protección y procurando refugio.

En el encuentro estuvieron presentes Monseñor José Manuel Garita, Obispo de Ciudad Quesada y Monseñor Bartolomé Buigues Oller, Obispo de Alajuela, además se contó con el aporte de los Vicarios de Pastoral Social de las Diócesis de Ciudad Quesada, Alajuela y Tilarán-Liberia, así como de los laicos que conforman la Comisión Nacional de la Movilidad Humana.

Félix Ríos, director de la Pastoral de Movilidad Humana y Responsable de la Oficina de Pastoral Social de Ciudad Quesada, comentó la importancia de formalizar una estrategia de servicio eclesial a estas personas que salen de Nicaragua a raíz de una crisis que lleva ya varios meses.

“Se les planteó a los señores obispos, una hoja de ruta construida por la Comisión Nacional de Movilidad Humana, con el objetivo de poder definir los pasos posibles, tanto por el mandato que como Iglesia Católica tenemos de ser buenos samaritanos, como por el marco legal definido en el país”, indicó Ríos.

Luego de una rica discusión, enriquecida por las aportaciones de los participantes y la iluminación de los Obispos, se definió desarrollar un proceso en varios puntos sustanciales:

  1. Los Obispos presentes (Mons. Garita y Mons. Bartolomé), presentarán un texto base a los demás Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, para que en el ámbito de la comunión eclesial se de a conocer a la comunidad creyente los fundamentos y elementos prácticos de la respuesta pastoral a los hermanos que llegan solicitando refugio.
  2. Fortalecer la gestión de redes de solidaridad, con la participación de una Pastoral de la Movilidad Humana organizada y fortalecida en todas las diócesis, y la integración de las familias nicaragüenses asentadas en el país, para hacer común los niveles básicos de atención a las personas que procuran refugio.
  3. Establecer comunicación con entes del estado, como Migración y Extranjería, Caja Costarricense de Seguro Social, Ministerio de Salud, Comisión Nacional de Emergencia, para conocer planes de estas instituciones ante la situación que nos ocupa, e identificar la calidad de participación de la Iglesia, según lo definido por el principio de Subsidiaridad la Doctrina Social de la Iglesia, y que es definido como el que “todas las sociedades de orden superior deben ponerse en actitud de ayuda («subsidium»), por tanto de ayuda, promoción y desarrollo, respecto de las sociedades menores. De este modo, los cuerpos sociales intermedios pueden desempeñar las funciones que les competen, sin cederlas injustamente a otros cuerpos sociales de nivel superior, de las que terminarían por ser absorbidos y sustituidos y por ver negada, por último, su dignidad propia y su espacio vital” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Numeral 186).
  4. Una permanente sensibilización al pueblo de Dios (Clero y Laicos), por medio la actualización de los contenidos de evangelización de los hermanos refugiados, del comportamiento del fenómeno en Nicaragua, con el uso adecuado de redes sociales, Medios de Comunicación Social que son propiedad de la Iglesia.
  5. Establecer vínculos de Organizaciones Basadas en la Fe, para profundizar los signos pastorales de acogida, acompañamiento, protección e integración de las personas refugiadas, tal como lo he definido el Papa Francisco, y actuar como una red eclesial.