Paz y reconciliación

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica emitimos un mensaje de esperanza e hicimos un llamado a la paz con motivo del Tiempo de la Pascua que estamos viviendo. Lo hemos hecho por causa de la violencia y criminalidad que ataca a nuestra nación de manera general y alarmante.

“Cuando en nuestro país atravesamos una verdadera emergencia a causa de la violencia y criminalidad que, sin precedentes, nos golpea a todos, debemos volver nuestra mirada al Señor Resucitado e implorar su presencia en medio de nosotros para que restablezca la paz en Costa Rica.  Nuestra nación atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia por la cantidad de asesinatos que enlutan a nuestras familias, por la violencia que ha penetrado en todas nuestras comunidades y por el temor que se ha apoderado de la sociedad”, decíamos en el mensaje emitido el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.

Solamente si volvemos nuestra mirada a Dios, si retomamos los valores fundantes de nuestra patria, podremos enfrentar la encrucijada a la que hoy nos exponemos todos en la sociedad. Se ha perdido la paz y la tranquilidad, y los desafíos para superar este trance van más allá de medidas represivas contra los criminales.

Si bien, cabe revisar las leyes y su ejecución para adecuarlas a los retos que Costa Rica tiene por delante, confiamos también en que la educación y la promoción integral de los valores morales puedan ser retomados en la conformación de la sociedad. Retomar la identidad patria, volver a nuestras raíces en temas como solidaridad y justicia social, harían mucho bien para fortalecer a nuestra nación.

Estamos ante un momento crucial en el que el futuro está en juego. Muchas son las vidas perdidas y mucho el dolor que ello causa a nuestras familias. Es necesario que nuestras familias vuelvan a sentirse seguras en sus comunidades y hogares.

Se requiere un proceso de reconciliación nacional entre muchos sectores que en los últimos años han estado separados por ideologías o motivaciones políticas. Si el país no se une, no podrá superar esta etapa que nos muestra cómo el crimen está ganando terreno en diferentes lugares de nuestro territorio.

Es necesario que las autoridades tomen esta verdadera emergencia nacional entre sus manos y puedan ponerla también en el orden de las prioridades, junto a muchas otras. Es muy lamentable ver cómo en los últimos años el deterioro ocupa un sitial preponderante en muchas de las temáticas en las que antes nuestro país destacaba por su calidad o eficiencia.

Se requiere también el concurso de la empresa privada, de todas las organizaciones y sectores en nuestro país si queremos combatir la delincuencia y la violencia.

Es importante priorizar el enfoque social hacia los grupos más vulnerables, llevar una atención integral a sectores que realmente lo necesitan y que también han sido descuidados.

No podemos tampoco dar vía libre a las drogas, aún cuando vemos que se promueven leyes para su fácil acceso; ese no es el camino. No podemos abandonar la prevención en ningún campo cuando de seguridad o salud se trata.

Entre todos podemos sacar adelante a nuestra nación; cuidándonos también o denunciando lo que está mal; pero requerimos que quienes tienen en su poder las decisiones, muestren honestidad y transparencia, para que podamos recobrar la confianza. ¡Que Dios nos ayude y salve a nuestro país!

Fermento 264. Martes 18 de abril, 2023