
Este miércoles 3 de agosto a las 6:00 p.m. se celebró la Eucaristía en la cual se dio la Toma de Posesión del Pbro. Mario Echavarría Ureña, como cura párroco de la Parroquia San Carlos Borromeo, Catedral. Asimismo, se dio el inicio del ministerio pastoral del Padre Stward Benavides Cedeño, como vicario parroquial.
“Las personas pasamos, pero la misión de la Iglesia continúa: somos instrumentos en manos de Dios al servicio de la Iglesia”, recalcó Monseñor José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada, quien presidió la celebración.
“El párroco continúa y hace presente el ministerio del obispo en la Parroquia; el vicario parroquial le ayuda y actúa en nombre suyo. La Parroquia es la comunidad estable de fieles, con un párroco como pastor propio y se edifica a partir de la predicación del Evangelio y la celebración de la Eucaristía”, agregó.
Por medio de diferentes signos se describe e identifica el ministerio del párroco, quién debe ser y qué debe hacer en la comunidad parroquial, recordó el Obispo, al tiempo que detalló que hay tres funciones del ministerio episcopal que continúa el párroco: enseñar, santificar, conducir.
“Esta Parroquia tiene la particularidad de que es la sede del obispo, y al mismo tiempo es madre y modelo de todos los templos de la diócesis, en particular del culto litúrgico”, describió.
“Me gusta mucho recordar palabras similares del decreto del Vaticano II acerca de los presbíteros (Presbyterorum ordinis, n. 10): ‘el sacerdote (sobre todo el párroco) continúa las mismas acciones de Jesucristo en la comunidad’. Debe ser imagen y presencia del Buen Pastor, debe conocer las ovejas, caminar con ellas, dar la vida, esto no es cuento”, dijo nuestro pastor en su homilía.
“Es cierto que las acciones y planes pastorales son importantes, pero nada hay más importante que el testimonio, la actitud, la manera se ser y tratar del párroco”, manifestó.
“La misión del sacerdote, en su esencia, trata de tener un amor incondicional y un amor de siempre por la comunidad”, detalló Monseñor.
“Esto es clave: en la persona de Cristo el párroco está llamado a curar (tanto mal, sufrimiento, enfermedad física y espiritual) y confirmar en la fe (animar, consolar, enseñar a confiar y a perseverar)”, dijo.
“Pidamos en esta Eucaristía que sea fructuoso y fecundo el ministerio de los Padres, que el Señor les dé su gracia para ser fieles y generosos. Pidamos que se centre su ministerio en la Eucaristía (fuente, centro y culmen) y redunde en bien de muchos fieles”, finalizó el Obispo de Ciudad Quesada.